El reino de MO

El reino de MO en ivoox https://go.ivoox.com/sq/1440102

"Yo soy la primera y la última, yo soy la amada y la odiada, yo soy la prostituta y la santa."

Nombre:

martes, octubre 25, 2022

Veritas - Martin Reiks

Veritas absoluta est

Veritas semper aeterna est

Veritas musica est

et saltatio quae delectat nos.


Veritas tormentis est

Veritas chimaera est

Verum proelium est

pro quo lapides clamant.


Veritas dulcedo est

Veritas pulchritudo est

Veritas insania est

Animi aperiam amet. 

      o   o   o

La verdad es absoluta

La verdad es siempre eterna

La verdad es la música

y el baile que nos deleita...


La verdad es la tortura

La verdad es la quimera

La verdad es la batalla

por la que claman las piedras...


La verdad es la dulzura

La verdad es la belleza

La verdad es la locura

del alma que ama abierta...


lunes, octubre 03, 2022

Renuncia


¿Qué significa eso?


Creo que no se puede renunciar a lo que no nos pertenece ni nos es dado.


Se puede renunciar a algo que es un regalo. ¿Qué implica eso?, renunciar a lo libremente entregado. Efectivamente, se puede y hasta se debe, si es algo que nos perjudica o algo que puede ofender a terceros aceptarlo, en sentido más amplio, pero creo que en el caso de renunciar a algo que es esencialmente bueno y grande, estamos hablando de otro tipo de renuncia.


Solo se puede renunciar a aquello que nos cuesta, aquello que aun siendo dado, o nuestro, entregamos. No decimos, "no lo quiero", sino, "lo quiero tanto que hasta que no pueda recibirlo de un modo transformador, no puedo aceptarlo". Pero guarda un secreto esta renuncia, es una renuncia fértil, porque es una renuncia de manos abiertas, sabiendo que aunque quizá no sea este momento, esas manos abiertas quedarán esperando aquello que entregamos. Y tenemos la alta esperanza que así será, la firme promesa de que lo que hemos entregado ahora nos será devuelto con creces.


La renuncia es el mayor modo de amor.


Implica abandonar el egoísmo, implica olvidarnos de nosotros mismos y de nuestras necesidades, de nuestras excusas. De aquellos lugares donde nos escondemos a veces, o nos mostramos, como parte de la necesidad de decir, aquí estoy, tengo algo que decir, escuchadme. A veces hay que renunciar hasta al propio acto de renuncia y entregarlo en lo oscuro y en el silencio, como quien planta una semilla. 


A veces no se puede renunciar, si esa renuncia implica abandonar una lucha a la que tenemos que enfrentarnos. En ese caso solo lo sabremos si luchamos hasta el final, si hay que llegar a esta renuncia, se llama rendición, y solo deberíamos rendirnos si es por un bien mayor; en eso comparten el mismo ámbito la rendición y la renuncia; no podemos rendirnos si no es por algo mejor, y no podemos renunciar si no es por algo superior. La diferencia es material: en la rendición, somos conscientes de nuestra entrega aunque implique una pérdida, una derrota; en la renuncia, entregamos a ciegas, pero con una esperanza. Solo así la renuncia es fértil.


Hay que huir de la renuncia como acto de cobardía; rechazar lo que sabemos es bueno para nosotros y nos puede hacer crecer, seria una necedad, pero claro, ¿cómo saber lo que es bueno? Por eso, si la renuncia  se hace a ciegas, tenemos que confiar que es lo mejor frente a otras opciones. Aunque es cierto que hay renuncias forzosas, esas renuncias tarde o temprano también tienen que ser aceptadas, reconocidas, para no partirnos en dos por dentro.


La renuncia siempre es de uno mismo para los demás, para el otro, es un diálogo abierto, un acompañamiento. Renuncio, y mantengo mi promesa. Renuncio, y me mantengo a la espera. Como en una partida de ajedrez, a veces hay piezas que se sacrifican, pero forma parte del juego. La renuncia es el movimiento inmóvil. Es la inutilidad útil. 


Es el camino preparado solo para ti por el que nunca has ido, pero que te lleva sin duda allí donde nunca has estado. O allí a donde de verdad te están esperando sin saberlo.


Renuncio, porque se que es mi deber aunque me desgarre el alma, vuelque toda mi sangre y me agote hasta la última de mis lágrimas, pero se que esa renuncia es mi poema eterno nunca escrito para lograr un bien mayor, es la lucha de las luchas, es la última frontera.


(Aquí me estoy ocultando porque no quiero pronunciar su nombre por no herirlo, tan preciado es para mi.)


Renuncio para poder sumergirme mejor en su presencia.


No se puede tener un corazón dividido por eso hay que hacer con pedazos de corazón un globo bien grande que nos eleve hacia el cielo...


Solo renunciando podemos resucitar para la vida eterna. Solo gastándonos podemos entregar lo que se nos ha dado, y al final esa renuncia es un regalo para aquel que todo lo regala, porque finalmente todo lo tuyo es suyo y todo lo suyo es para ti.


Renunciar es oblación. Es hacerse pedazos, pero para que esos pedazos sean recompuestos en una vidriera inmensa que deje pasar la luz infinita. Es hacerse espuma para poder besar la costa eterna. Es hacerse suspiro que pueda llegar a quien no puede oírnos. Es hacerse llama que brilla en la oscuridad, faro en el desierto que ilumine sin duda el camino de vuelta a nosotros mismos para aquellos que en la distancia infinita, nos busquen y quieran encontrarnos.

Alabanzas vanas

 No quisiera que me alabaras vanamente

como yo no hago.

Que fingieras una admiración superflua,

como quien pasea entre cuadros en una exposición de moda

y asiente condescendiente, mientras pasa de una sala a otra

sin haber percibido como fue creado para ti este momento

Esta única alteración de espacio tiempo.

Likes y corazones gratuitamente concedidos...

No quisiera que escucharas mis palabras atentamente

si solo quiero ser ruido de fondo

ruido blanco, como emiten las estrellas

No quiero regalarte los oídos, sino tocar tu mente

No quiero adentrarme en tu corazón sino encontrar eco

en tu gesto

Ese sería el mejor regalo, la mejor alabanza

tu sola, radiante, libre y sencilla

sonrisa.

Madrid Skyline Atardecer

 Comienzo y final de mil historias

Las ventanas callan y gritan sus secretos

al final del día,

bostezando al unísono al comienzo 

de una nueva noche,

anhelando la luz que se fuga y desdibuja sobre los edificios

tan desiguales como nosotros mismos...

Presto y veloz pasa el verano

 Presto y veloz pasa el verano

como un coro de pájaros sin rumbo, 

como un clamor de insectos en la tarde, 

como un espíritu errante que nos susurra un instante

y se evade entre la gente

dejando tan solo 

el eco de su risa...

Mares de Castilla

 Mares de Castilla

Amplios bajo el sol

Hambrientos, sedientos, solos...

Mares de Castilla, 

Llenos de ansiedad

de un tiempo lejano y grande...

Vientos os recorren, nieblas que os asolan

¿Qué historias cuentan tus murallas?

Desplegadas frente al tiempo,

Sostenidas por el Cielo,

Devastadas, reconstruidas

por tus gentes eternas...

Himno a los perdedores

 Quisiera escribir un himno a los perdedores

Aquellos que no ganaron ni un ápice

Aquellos que no tuvieron ni una victoria

Aquellos que lucharon y se dejaron hasta la última gota de su sangre

y sin embargo, con una sonrisa, perdieron la batalla

El himno a los perdedores

A los que no dejan de luchar a pesar de que todo esté en contra

A los que salen a la luz cuando todos están rodeados de sombras

A ellos, mis hermanos, mis amigos, mis valientes

Esta es la última batalla

Esta es la batalla eterna

Somos perdedores

porque a los ojos del mundo

no nos rendimos.