El reino de MO

El reino de MO en ivoox https://go.ivoox.com/sq/1440102

"Yo soy la primera y la última, yo soy la amada y la odiada, yo soy la prostituta y la santa."

Nombre:

lunes, marzo 21, 2005

Soplando telarañas

Parece que tenemos la constumbre adquirida de tener siempre nuevos propósitos en año nuevo, como si el cambio de una fecha a otra pudiera cambiarnos a nosotros mismos de algun modo.

Quiza es la costumbre de poder decir: cierro un ciclo, quiero empezar otro, y nos ponemos una fecha, un dia, una hora. Cuando los cambios no surgen asi, es algo que surje más poco a poco, que bulle y rebulle como una corriente subterranea que poco a poco aflora a la superficie y da lugar a un manantial.

Creo que hace tiempo que necesitaba este aflorar nuevamente. El decir: hasta aqui; ya no quiero lamentarme más. Porque este lamento ya no me ayuda, sino que me hace sufrir aún más.

A veces, lo mejor es afrontar estas cosas de frente y no dedicarse a amontonarlas en un lugar dentro de uno mismo donde poco a poco van llenándose de polvo y telarañas.

Asi es, en un rincón oscuro de este lugar lleno de polvo y telarañas, hay un espejo. Me acerco, me miro en él, y veo mi imagen, y me parece cansada y rendida, pero mirando un poco más es este polvo y estas telarañas lo que cubren mi imagen, no soy yo misma.

Limpio ese polvo, soplo las telarañas y me descubro nuevamente. Llena de luz. Fuego en los ojos que brillan como brasas ardientes.

--------------------------------------------------------

Me pregunto cual ha sido mi error, o porque me has apartado de tu lado, y sé la respuesta. Es mejor asi.

Mejor para ti, para poder caminar nuevamente sin pensar que de algún modo pueda algo entorpecerte. Mejor para mi, porque en cierto modo esta indiferencia no me ayuda a caminar. Solo veo mi dolor efimero y no pienso en el que haya podido causar, pero ay, si dolor he causado, dolor he sentido, de modo que en mi pecado logré mi redención.

No te guardo ningún rencor, porque seria guardarme rencor a mi misma, pero te echo de menos.

Sigo viva, aunque me ignores, sigo viviendo.

La indiferencia empieza y acaba contigo mismo, no conmigo, no tiene nada que ver conmigo. Quiza a ti te ayude, pero a mi no va a seguir deteniendome en mi camino. Es una carga demasiado pesada, y además no es mi carga.

Si aun queda algo de mi en ti, comprenderás.

Sino, nada tengo que ver. No está en mi mano, por tanto, nada puedo hacer.

Yo soy la llena de esperanza. Y nada que esté en mi mano quedará por hacer.

Hasta entonces, hasta pronto; hasta dentro de un segundo...