POR QUÉ TE PIERDES, NIÑO PERDIDO

Por qué te pierdes, niño perdido.
Por qué buscan tus ojos de tristeza incansable
otros ojos dónde encontrarse.

Si no estás sólo, y tú lo sabes.

Por qué te pierdes, niño perdido,
atrapando mariposas desgarbadas en tus versos,
envolviendo de misterio tu tristeza,
y ocultando la pena entre sonrisas
que desgarran tu alma.

Por qué te pierdes, por qué te ocultas, qué temes.

Es acaso la rutina, el trabajo, el día a día
lo que hace que te ocultes entre humo
en silencio, en tí mismo.

Y te pierdes en tí mismo sin remedio
como si estuvieras solo...

Si no estás solo, y tú lo sabes.