haiku12
Tus ojos oscuros se vuelven azules cuando reflejan el cielo
son promesa de la eternidad para la que fuiste creado.
Tu piel embarrada es mi deleite.
Hombre, resurge del barro,
resurge del agua.
Precioso mío...
* * *
Qué suerte tuvo la luna, que supo embrujarte atrayendo tu mirada,
y, secretamente, contemplarse en tu desnudez...
* * *
Que seas mi inspiración, y no mi sombra.
La parte de luz que a mi me falta.
* * *
Efímera y desnuda, llena de certeza, mi boca encuentra la tuya
Tienes el pelo lleno de ceniza, Precioso mío, ha pasado tanto tiempo...
Te recordaba más niño cuando te dejé marchar...
y volvió un hombre a mi...
Mio un instante,
pero un instante infinito...
* * *
Poesía vana, banal,
de pacotilla
escondida entre los odres de agua y trigo
entre las ánforas de vino y aceite
entre los arcones de telas y tesoros
entre las ratas sabias.
Si la galera se hunde
saldrán a flote
como nenúfares...
* * *
No puedo evocarte porque entonces te siento...
y prefiero escuchar desde tus oídos el ruido del viento en los árboles que rodean tu casa.
El palacio de los gatos y los desconchones,
de humedad y tierra removida,
de piedra y tesoros,
de música y poemas,
de videojuegos hasta altas horas de la mañana,
el hogar también de apacibles e ilustres fantasmas.
¿Me invitas a tu casa?
* * *
León de invierno, Rey de los Gatos,
reclama tu reino infinito.
* * *
Qué pequeña parece la Libertad
frente a las torres de nuestra ambición...
* * *
El mundo ha estallado...
pero lo ha hecho de un modo silencioso y suave
como un diente de león.
* * *
Si me das tu dirección
te escribiré cartas siempre que pueda
contándote todo y nada
aprovechando viejos folios
con tinta de colores
quizá alguna lágrima
pero también versos y besos
y toneladas de risas,
¡que nunca falten!
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