De mi cuaderno de notas

Cuando muera ire al cielo porque he estudiado en el infierno.
* * *
Desde la dimension que da la distancia, aprendes que las cosas son relativas, tan relativas... y que las batallas de otros no pueden ser luchadas por nadie, sino por uno mismo.
* * *
Espero haberte hecho feliz estando a tu lado. Espero habete ayudado cuando más lo has necesitado. Espero, sigo haciéndolo. No sólo espero. Sé.
No. Una victoria no puede construirse sobre la derrota de otros. Sé, comprendo y libremente comparto. Con los ojos abiertos de par en par. No los cierro.
* * *
La inmensidad indescriptible. Los aromas del infinito... Un camino plagado de sueños que perseguir. No pudo detenerme. Ya no sé detenerme. Ya no huyo tras de tí, amor, avanzo contigo, por ti. Tu me impulsas y me mueves, tu me rodeas y es tu aroma el que percibo. Tu voz la que me llama. Tus ojos los que me devuelven la mirada. Tu sonrisa la que me ilumina.
Amor, no mío; amor, no sólo para mi. Porque nada espero todo me llena. Porque nada tengo, todo me es dado. Porque nada pido y todo doy, todo recibo, todo merezco. No como premio o castigo. Lo merezco porque como la tierra no sembrada, baldía, soy capaz de florecer y reverdecer bajo la lluvia, pues del mismo modo la he amado aún en el olvido.
Porque he amado más alla de las piedras. Porque he renacido, porque me sigo equivocando y corrigiendo y aprendiendo. Merezco porque soy, no dejo de ser. Mientras sueñe, vica, luche ame, muera, me equivoque, caiga, me levante, comparta, dé, camine, sonría, llore, beba, me alimente, trabaje.
No soy un pensamiento, soy mucho más.
No soy un nombre, soy mucho más.