EL AMOR DE UNA ROSA

Si ves que soy rosa nueva
y que aún no he abierto mi perfume al mundo
no me arranques del rosal,
pues no debo morir sin florecer.

Cuando ya soy nuevo brote
abriendo mis pétalos al rocío
mientras el amanecer corona tu frente
sólo entonces, arráncame.

Yo ocultaré mis espinas para ti
por no herirte,
y por estar junto a ti
no añoraré la libertad de mi amanecer,
ni el hogar de mi rosal.

Guárdame en tu vaso de antiguos recuerdos
y llénalo de besos de agua para mi.

Yo perfumaré tu salón y tu vida,
tuyos serán mi color y mi armonía
y quizás en la noche
mientras tu cabeza hundida,
entre tus hojas de poemas descansa
cantaré para ti una canción con mi perfume.

Mas, mi buen poeta,
si una mañana mi color se ha ensombrecido,
si mi perfume te embriaga y te enloquece,
si me encuentras hundida sobre el tallo, muerta,
no me tires, no me olvides...

Entierrame en un libro de poemas.